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¿Qué es una empresa fintech?

14 mayo 2019

Las fintech ya no son el futuro sino el presente. La mayoría de estas empresas tienen plantillas pequeñas y son relativamente jóvenes, las más punteras se pusieron en marcha hace apenas diez años, pero su trabajo ha dado un giro de 180 grados a la gestión de las finanzas personales. Si todavía no sabes en qué consisten las empresas fintech y cómo se relacionan con la banca tradicional, te lo contamos.

¿Qué son las empresas fintech y cómo funciona su tecnología financiera?

Las empresas fintech se dedican a prestar servicios financieros, pero no lo hacen de forma tradicional sino de manera completamente digitalizada. Aunque las sedes fintech por excelencia se concentran en lugares como Sillicon Valley, Nueva York, Londres o Hog Kong, los últimos informes del sector apuntan a que en España ya operan más de 300 compañías de este tipo (incluidas las insurtech, que tienen el mismo carácter tecnológico pero en materia aseguradora).

Tipos de fintech y sus rasgos más característicos

1. Las empresas fintech son 100% online. Es su mayor diferencia respecto a la banca tradicional: las fintech trabajan únicamente online. En sus inicios, esto condicionaba claramente el público al que podían dirigirse ya que quedaban excluidos de su target los clientes de mayor edad y aquellos que no confiaban en Internet como vía para gestionar su dinero. Esto, sin embargo, ha cambiado. La implementación de nuevos sistemas de seguridad ha hecho crecer la confianza de los usuarios. De hecho, según el estudio «El futuro de los pagos», de UniversalPay, actualmente cerca del 80% de consumidores considera seguro el pago online. Esta nueva realidad ha permitido crecer exponencialmente el número de clientes de las empresas fintech.

2. El cliente es el centro. Cuando lo de guardar el dinero bajo el colchón pasó a la historia, los bancos se convirtieron en elemento imprescindible en nuestra sociedad y quizás por eso las entidades se relajaron en la atención a las demandas de sus clientes. Esto pasa a la historia con las fintech donde el cliente se convierte en el centro de operaciones. Todas las estrategias de estas compañías y los desarrollos que realizan tienen al cliente como foco principal. Evidentemente, la banca tradicional se ha sumado a la estela de filosofía customer centric y en los últimos años gran parte de sus desarrollos ya siguen esta línea.

3. Tecnología y reducción de costes. Evidentemente, la innovación tecnológica financiera es la bandera indiscutible de las fintech que buscan romper con los procesos de la banca tradicional para favorecer la experiencia de cliente a través de más facilidades, agilidad de operaciones y máxima transparencia. Su condición de servicio online, además, permite abaratar todos estos procesos, algo que el consumidor siempre agradece.

Los servicios que ofrecen las empresas fintech

La innovación constante es imprescindible para que las empresas fintech logren ampliar sus servicios que, actualmente, ya son de lo más diversos. Estas son algunas de las principales funciones que los consumidores pueden realizar a través de este tipo de empresas: gestión de inversiones, organización de finanzas, acceso a productos financieros, transferencias de dinero, financiación de proyectos con capital privado o crowdfunding, contabilidad empresarial y facturación… Uno de los servicios más innovadores, por supuesto, han sido los métodos de pago online: poder pagar a través de contactless, hacer compras desde cualquier lugar del mundo y a cualquier hora, realizar pagos con todo tipo de monedas… son funcionalidades que han seducido por completo a los consumidores. Todos estos servicios fintech, además, podrían multiplicarse con la entrada en vigor del esperado sandbox.

Sandbox: la esperada regulación para las fintech

Las empresas fintech tienen muchas ganas y proyectos de futuro, pero les falta algo básico para poder seguir creciendo: regulación. Esto se va a solucionar próximamente gracias a la reciente aprobación del Anteproyecto de Ley de transformación digital del sistema financiero, una ley fintech que incluye la creación de un sandbox regulatorio, un término inglés que sirve para denominar a una regulación “en pruebas”. Hasta el momento, estas empresas operan sin regulación propia y bajo la estricta supervisión de la Administración. Esto hace que las fintech funcionen bajo las normas establecidas para la banca tradicional, lo que podría frenar los pies a propuestas más innovadoras. La creación del sandbox regulatorio, por lo tanto, le dará alas a las empresas para seguir innovando y creciendo sin poner en riesgo los derechos de los consumidores.

El papel de la banca tradicional

A lo largo del post ya hemos apuntado a algunas de las principales diferencias entre las empresas fintech y la banca tradicional, pero lo importante en esta materia no es lo que las diferencia sino lo que las une. Aunque la banca percibió como amenaza y competencia la entrada en juego de estas empresas digitales, en pocos años se rindió al dicho popular “si no puedes con el enemigo, únete a él” y actualmente muchos de los bancos más importantes del mundo ya trabajan codo con codo con las fintech, ya sea a través de fondos de inversión, alianzas o incluso creando sus propias fintech.

Esta unión ha permitido a la banca ponerse al día frente a las peticiones de operativa online que hacían los clientes y a las que no estaban dando respuesta con la rapidez necesaria. Sin lugar a dudas, la unión de estos dos tipos banca permite combinar lo mejor de cada una: la tradicional, que aporta reputación, confianza, solvencia económica y, sobre todo, grandes redes de clientes ya consolidadas; la digital, que aporta tecnología disruptiva, facilidad de acceder a clientes jóvenes y posibilidad de asumir las consecuencias de proyectos, a priori, demasiado arriesgados.

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